25 de marzo de 2010

PREPARANDO EL BARCO
Os sigo informando de nuestras actividades en Martinica antes de iniciar el viaje de vuelta. En estos días nos hemos dedicado a terminar de preparar el barco, hemos cambiado la driza de la mayor por otra de mayor diámetro, con lo cual esperamos que ya no tengamos la pega de ver como desciende cerca de 1 m cada vez que la soltamos del winche. Hemos subido a Fernando al palo para examinar de cerca la maniobra. Hemos comprado más depósitos para combustible previendo que tendremos que utilizar el motor más de lo deseable. También hemos tenido que arreglar uno de los baños ya que el wáter estaba atascado, para lo cual hemos tenido que recurrir a uno de los operarios nativos.
Ya tenemos confeccionada una lista de la compra y hoy por la tarde iremos al supermercado para hacer el pedido y así tener todo estibado para cuando lleguen los que faltan.
Lo único que no hemos podido hacer en estos días es salir a navegar, porque cualquier cosa que encargues a los isleños te puede llevar varios días de espera con la promesa siempre de “demain”.
Eso sí, lo que pudimos hacer Fernando y yo al día siguiente de llegar fue subir al Mont Pelé. Para los que no conocen la isla les diré que se trata de un volcán que está en la parte norte y es la mayor altura de la isla (alrededor de 1.400 metros). No subimos hasta arriba del todo, pero casi. Os diré que esto fue el sábado día 20 y yo todavía tengo agujetas en los gemelos. La verdad es que la ascensión mereció la pena porque tuvimos la suerte de tener un día muy claro y había unas vistas muy bonitas.
Después de la avalancha de gente que sufrió la isla durante los meses de invierno, ahora vuelta a estar más tranquila. Quizá la próxima semana con las fiestas de Semana Santa vuelta a haber más gente, pero para entonces ya esperamos haber partido.

Pilar

23 de marzo de 2010

VOLVEMOS A NAVEGAR.

¿Qué tal amigos? Después de varios meses de silencio empezamos de nuevo con la aventura de la travesía de vuelta a casa.
En esta segunda aventura se ha modificado la tripulación. Nos han dejado Ana, Julio (aunque se incorporará en Azores) y Reiner. Así que nos vemos privados del buen hacer en la cocina de Ana que hizo que durante la travesía todos esperáramos con impaciencia la hora de la comida para saborear las delicias con que nos obsequió durante todo el viaje, el buen hacer de Julio durante las maniobras y la amabilidad y simpatía de Reiner que nos alegró enormemente el viaje con sus historias y chascarrillos.
A cambio se nos ha incorporado Alvaro, joven y con unas enormes ganas de aventura y de navegar y Carlos que llevaba tiempo esperando poder hacer esta travesía y que ahora verá cumplido su sueño.
Como ya sabéis, Fernando se ha quedado todo el tiempo “vigilando” el barco en Martinica. Ha sido una dura tarea que le ha exigido una dedicación completa. Cuando hemos llegado le hemos encontrado moreno, relajado y muy “caribetizado”.
Independientemente del estrés anterior, también este tiempo le ha servido para realizar algunos de los arreglos necesarios para afrontar la vuelta. Recordareis que teníamos que arreglar el enrollador y la driza del Génova, el genaker y algunas otras cosas varias que se habían estropeado durante la travesía de ida.
Además en estos días que vamos a estar aquí hasta iniciar el viaje de vuelta previsto para finales de mes, tendremos que completar la compra. Dado que Ana ya no viaja con nosotros tendremos que modificar el plan de comidas haciéndolo más sencillo. Además se hará por turnos de rotación de forma que todos podremos demostrar nuestras dotes de grandes chefs.
Hoy el día ha sido lluvioso y cuando en el Caribe si dice lluvioso ya sabéis que cae agua como si la echaran con cubos. Estamos encerrados en el barco sudando por todos los poros del cuerpo porque se ha instalado una humedad impresionante y el viento ha dejado de soplar. Así que ya veis que no todo es disfrutar, que también aquí se sufre !!!
Intentaremos seguir manteniendo una información constante y detallada de todas las incidencias, así que no dejéis de seguirnos.

Pilar